El hospital del Torax en España.

Fenómenos paranormales, extraños ritos satánicos, suicidios, cadáveres humanos, actores y directores de cine testigos de sucesos misteriosos. En Terrasa, a las afueras de la ciudad, en la carretera que va hacia el pueblo de Matadepera, se encuentra lo que fue el hospital del tórax más importante de España. Sus ruinas apenas sugieren lo que fue su lúgubre pasado. En sus alrededores del hospital existen varios lugares abiertos de los cuales es posible la entrada. El hospital cuenta con una capilla que se encuentra en ruinas y unos jardines asilvestrados que contribuyen a darle un aspecto fantasmal, y más cuando se sabe que fue escenario de numerosos suicidios años atrás, cuando el hospital funcionaba.




Durante muchos años fue el destino de víctimas de enfermedades pulmonares. Se les dejaba solos y aislados para evitar el contagio. Los pacientes del Hospital del Tórax provenían de toda España, el hospital pertenecía al Ministerio de Sanidad. El hospital fue inaugurado en 1950 por Francisco Franco, en la década de los cincuenta llegó a albergar a 1200 enfermos, fundamentalmente aquejados de cáncer de pulmón y tuberculosis, enfermedades fatales en la época. El hospital se otorgó el galardón de ser el centro sanitario de toda España con mayor número de suicidios anuales. Los internos se lanzaban al vacío desde la ventanas de la novena planta, cayendo a un jardín trasero del cual se le había apodado ´´la jungla“ debido a los gritos que se solían escuchar de la gente que se suicidaba y los de aquellos internos que gritaban frases como ´´ya ha caído otro“ u otro que se a tirado“. Día a día, las retinas de los pacientes quedaban impresionadas por las imágenes de los cuerpos volando hacia su destrucción. Los caídos seguían viviendo en el recuerdo de los internos. La lejanía parecía influir negativamente en el estado anímico de la mayoría de los pacientes, que se sentían abandonados a su suerte por sus seres queridos. En cierto sentido tenían razón. Muchos, los que vivían en partes alejadas de España, no podían pagar el desplazamiento y la estancia en Cataluña, y otros muchos no acudían al hospital por miedo a ser contagiados. Esto provocaba un estado anímico y depresivo para los internos, y añadiendo su mal estado de salud, en ocasiones esto constituía una combinación letal que les incitaba al suicidio.




Los internos vivían en un perpetuo psicodrama colectivo en el que la muerte era la única protagonista. Comenzaron a circular historias de de que se aparecían antiguos pacientes fallecidos que acudían por las noches a visitar a sus compañeros. No se sabe si estas experiencias eran reales y objetivas o fruto de la sugestión por el opresivo clima que se vivía. A veces las apariciones no eran de internos fallecidos sino de personajes más siniestros, como ´´ la enfermera de la muerte“ o el enfermo translúcido que se paseaba por el jardín arrastrando los pies mientras llevaba un aparato de oxígeno. Quien sabe si no sería creaciones. Desde que cerró sus puertas, a mediados de los ochenta, comenzaron a florar testimonios de que allí ocurrían cosas extrañas: se escuchaban pasos, se veían sombras cruzar furtivamente… El lugar se convirtió en punto de peregrinación para los buscadores de lo insólito y allí se han obtenido muchas psicofonías.




Actualmente el hospital se encuentra en su mayor parte cerrado, a la espera de obras de acondicionamiento que cambiaran su faz para siempre y, con suerte, borrarán el horrible estigma que pervive en aquel lugar. Solo hay una parte que se encuentra en funcionamiento que es la que tiene la productora cinematográfica Filmax que la ha utilizado para hacer rodajes de sus películas, y otra ala donde se encuentra la residencia para discapacitados psíquicos profundos La Pineda, que pertenece a la Generalitat y tiene capacidad 62 plazas residenciales. El lugar pertenece al ayuntamiento de Terrassa y a la Generalitat de Cataluña, los cuales tiene firmado un acuerdo para realizar el proyecto del parque audiovisual en el antiguo hospital del Tórax, cuya superficie será de unos 60.000 metros cuadrados y el coste del proyecto asciende a unos 35 millones de euros, de los cuales las Generalitat aportará 8,5 millones y el resto se obtendrán mediante un crédito bancario hipotecando el propio hospital.

El parc audiovisual tendrá entre otras cosas, 3 platós de entre 600 y 2.000 metros cuadrados para realizar rodajes de películas de pequeño y mediano formato, además contará con espacio para que otras empresas relacionadas con el sector puedan utilizar sus instalaciones.













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