Una de las evidencias más frecuentes de presencias espirituales es la obtención de psicofonías, voces electrónicas provenientes del mas allá. Varios investigadores, entre los cuáles se puede citar a Friedrich Jurgenson y a Constantin Raudive, se han dedicado a estudiar éstos fenómenos, estableciendo lineamientos sobre la técnica adecuada para obtener psicofonías.
Varias son las hipótesis que intentan explicar la naturaleza de este fenómeno, entre ellas se pueden citar las siguientes:
Las psicofonías serían posiblemente producidas por cierto tipo de ondas o frecuencias inaudibles que el subconsciente de cualquiera de los experimentadores proyecta hasta el micrófono receptor o el cabezal magnético del aparato grabador, produciendo en la banda magnética auditiva un mensaje también inconscientemente deseado por dicho experimentador.
Las psicofonías se originarían en los movimientos inconscientes de la laringe humana al reproducir una idea no vocalizada.
Son mensajes que provienen de una dimensión no física o un "más allá" proyectada o emitida por seres ya difuntos y que se comunican con nosotros a través del magnetófono.
Los sonidos permanecen en el ambiente de alguna manera desconocida, como "impregnados" en las paredes o elementos físicos de un lugar, o en una "dimensión psíquica paralela" o superpuesta a dicho lugar; el magnetófono lo único que haría, sería recoger esos sonidos "fósiles" y transformarlos en audibles para nosotros.
Las psicofonías son una forma de energía desconocida que se proyecta desde un campo o dimensión psíquica o inconsciente colectivo universal y que proyecta mensajes y respuestas a nuestras experiencias , bien directamente sobre la banda magnética, bien a través de los experimentadores, produciendo la modificación de dicha banda lo que daría lugar a los mensajes psicofónicos.
La técnica para grabar una psicofonía es la siguiente: Puede emplearse un grabador corriente para registrar "voces electrónicas", pero en general, cuanto mejor sea el equipo mejores serán los resultados. Los aparatos que cuentan con controles de volumen, tono y nivel facilitan mucho la tarea de descifrar las voces, y un buen par de auriculares es imprescindible.
Los expertos están de acuerdo en que el mejor momento para realizar experimentos es entre la puesta del sol y el amanecer. La mayor parte de los investigadores prefieren trabajar en una habitación silenciosa, aunque un grabador portátil en el campo puede proporcionar buenos resultados, como demostró Jurgenson.
Raudive recomendaba grabar fecha y hora antes de cada experimento, seguidos de una invitación a que las voces se manifestaran. Cada sesión de grabación no debe durar más de dos minutos, ya que hace falta una intensa concentración.
Los métodos de grabación básicos que pueden utilizarse son tres: * En el primero, simplemente se conecta el grabador, se pulsa la tecla de grabación y después se hacen preguntas en voz alta que se anotan en un papel.
* En el segundo método se graban los anuncios preliminares por medio del micrófono, y después se le desconecta, conectando una radio en su lugar. La radio se sintoniza entre frecuencias, en una banda de "ruido blanco", y se fija el nivel de grabación a mitad de camino entre el máximo y el mínimo.
* El tercer método precisa de un receptor de diodos, pequeño juego de cristales que se conecta el grabador en lugar del micrófono. El nivel de grabación se pone al máximo. Según Raudive, con este último método se obtienen los mejores resultados: las voces son más lentas, claras y naturales.
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