Guia de Supervivencia Los No muertos: Mitos y realidad. Zom-bie (Zom´be) 1-Cuerpo animado que se alimenta para vivir de carne humana 2-Hechizo vudú que levanta a los muertos. 3-Dios serpiente del vudú 4-Alguien que se mueve y/o actúa como un “Zombie” (Palabra de origen africano occidental)
¿Que es un zombie? ¿Como son creados?¿Cuales son sus fuerzas y debilidades?¿Porque son hostiles a la
humanidad? Antes de discutir ninguna técnica de supervivencia, debes primero aprender que es de lo que estas tratando de sobrevivir.
Debemos empezar separando los hechos de la ficción. Los muertos vivientes (Brooks usa “Walking dead” pero la traducción de ese termino no me suena bien) no son para nada una obra de la magia negra o de otro tipo de fuerza sobrenatural. Su origen proviene de un virus conocido como Solanum, una palabra latina usada por Jan Vanderhaven, el primero en descubrir la plaga.
SOLANUM: EL VIRUS
El Solanum funciona viajando a través del torrente sanguíneo, del punto inicial de entrada al cerebro. Aunque
todavía no esta plenamente comprendido, el virus usa las células del lóbulo frontal para reproducirse,
destruyéndolas en el proceso. Durante este periodo, todas las funciones corporales cesan de funcionar. Al
pararse el corazón, el sujeto ya esta considerado “muerto”. El cerebro, no obstante, permanece vivo pero en
trance, mientras el virus muta sus células en un órgano completamente nuevo. El rasgo mas critico de este
nuevo órgano es su independencia para funcionar del suministro de oxigeno. Eliminando la necesidad de este importante recurso, el cerebro nomuerto puede utilizar, sin ser dependiente del todo, el complejo mecanismo de apoyo del cuerpo humano.
Una vez la mutación se ha completado, el nuevo órgano reanima el cuerpo de una forma que guarda poco
parecido (fisiológico) al cadáver original. Algunas funciones corporales se mantienen constantes, otras operan con capacidades modificadas completamente, Este nuevo organismo es un zombie, un miembro de los muertos vivientes.
1-Fuentes
Desafortunadamente, la extensa investigación tiene que hallar todavía un ejemplo aislado del Solanum en la
naturaleza. El agua, el aire, y el suelo de todos los ecosistemas se ha revelado como negativo, así como su correspondiente fauna y flora. En el momento en que se escribe esto, la búsqueda continúa.
2-Síntomas
La tabla temporal que aparece abajo describe el proceso de un humano infectado (el cual puede durar mas o
menos horas, dependiendo del individuo)
Hora 1: Dolor y decoloración (marrón-púrpura) del área infectada. Inmediata coagulación de la herida.
Hora 5: Fiebre (entre 99 y 103 grados Fahrenheit) enfriamiento, ligera demencia, vómitos, agudo dolor en las
articulaciones.
Hora 8: Agarrotamiento de extremidades y del área infectada, aumento de la fiebre (103-106 grados) aumento de la demencia, perdida de coordinación muscular.
Hora 11: Parálisis de la parte inferior del cuerpo, agarrotamiento total, ritmo cardiaco bajo.
Hora 16: Coma
Hora 20: Paro cardiaco. Actividad cerebral: 0
3-Transmisión
Solanum es 100% comunicable (se refiere a que no hay inmunidades) y 100% letal.
Afortunadamente para la raza humana, el virus jamás se transmite por agua o por el aire. No se conoce ningúncaso entre humanos de contagio por elementos de la naturaleza. La infección solo es posible a travès del contacto directo con fluidos orgánicos. Un mordisco de zombie, a pesar de ser el más reconocible de los modos de transmisión, no es el único. Algunos seres humanos han sido infectados al rozar con heridas abiertas con un zombie, o al haber sido salpicados por los restos de uno tras una explosión. La ingestión de carne infectada (suponiéndose que la persona no tenga heridas abiertas en la boca) sin embargo, resulta en la muerte, en lugar de la infección. La carne de los infectados ha demostrado ser altamente toxica. Ninguna información -Histórica, experimental o de ningún otro tipo- ha dado resultados acerca de la posible relación sexual entre un humano y un espécimen nomuerto, pero como previamente hemos dicho, la naturaleza del Solanum sugiere un alto riesgo de infección. Las advertencias contra un acto así suelen ser inútiles, porque las únicas personas que se arriesgarían a hacer algo así suelen preocuparse poco por su propia seguridad.
Muchos han argumentado que, dada la naturaleza congelada de los fluidos corporales de los no muertos, las posibilidades de infección de una herida no producida por un mordisco son bajas. Sin embargo, debería
recordarse que un solo microorganismo es suficiente para empezar de nuevo el ciclo.
4-Infección inter-especies
El Solanum es letal para todas las criaturas vivientes, sin importar su tamaño, raza o ecosistema. La
preanimación, no obstante, solo aparece en seres humanos. Los estudios han demostrado que el Solanum al infectar el cerebro de un no humano, muere a las pocas horas de morir su anfitrión, volviéndose así los restos seguros para su manejo. Los animales infectados, mueren antes de que el virus pueda replicar sus funciones corporales. Infecciones provenientes de insectos como los mosquitos pueden desestimarse. Los experimentos han demostrado también que todos los insectos parasitarios pueden sentir y se mantienen alejados de un “anfitrión” no muerto el 100% de las ocasiones.
5-Tratamiento
Una vez un humano ha sido infectado, poco hay que se pueda hacer por el o ella. Al ser el Solanum un virus y no una bacteria, los antibióticos no pueden combatirlo. La inmunización, única manera de combatir un virus, es en este caso inútil, puesto que incluso la más mínima dosis conduce a una infección letal completa. La investigación genética esta trabajando en ello. Los objetivos van desde intentar conseguir anticuerpos humanos más poderosos, a estructuras celulares más resistentes, a un contravirus diseñado para localizar y eliminar al Solanum. Estos y otros, tratamientos más radicales están todavía en sus primeros estadios, sin perspectivas de éxito en un futuro inmediato. Las experiencias en el campo de batalla, han conducido a la inmediata amputación de la extremidad infectada (suponiendo que esa sea la localización de la herida) pero estos tratamientos son dudosos cuando menos, con menos de un 10% de posibilidades de éxito. El humano infectado esta condenado desde el momento en que el Solanum entra en su torrente sanguíneo. El infectado debe elegir el suicidio, recordando que el cerebro debe ser eliminado primero. Hay registros de casos en los que sujetos recientemente infectados, a pesar de morir a causas ajenas al virus, son reanimados sin embargo. Estos casos suelen ocurrir cuando la defunción se produce a partir de la 5ª hora de infección. En cualquier caso, hay que deshacerse del cuerpo de una persona muerta después de haber sido mordida o infectada de cualquier otra manera por los nomuertos.
6-Preanimación de ya fallecidos.
Se ha sugerido en ocasiones que los cadáveres humanos recientes pueden reanimarse si el solanum entra en ellos. Esto es una falacia. Los Zombies ignoran el tejido necrótico y por consiguiente, no pueden transmitirles el virus. Experimentos conducidos tras la segunda guerra mundial han probado que inyectar Solanum a un cadáver es fútil porque el riego sanguíneo estancado no puede transportar el virus al cerebro. Inyectarlo directamente en un cerebro muerto es igualmente inútil, ya que las células inertes no pueden reaccionar con el virus. El Solanum NO crea vida, solo la altera.
CARACTERÍSTICAS DE LOS ZOMBIS
1. Cualidades Físicas
Demasiado a menudo, se ha dicho de los nomuertos que poseen poderes sobrehumanos: fuerza extraordinaria,
velocidad vertiginosa, telepatía, etc. Las historias van desde zombis volando por el aire a escalar superficies
verticales como las arañas. Aunque estos rasgos pueden venir bien para dramas fascinantes el monstruo
individual esta bien lejos de ser un demonio mágico y omnipotente. No hay que olvidar nunca, que el cuerpo de un nomuerto es, para todos los propósitos prácticos, humano. Los cambios que ocurren, están en la manera en que este cuerpo, nuevo y reanimado es usado por el ahora infectado cerebro. No hay modo de que el zombi vuele a no ser que el humano que solía ser pudiera volar. Lo mismo reza para la proyección de campos de fuerza, teletransportación, movimiento a través de objetos sólidos, transformación en lobo, aliento de fuego, o toda la variedad de talentos místicos atribuidos a los muertos vivientes. Imagina el cuerpo humano como una caja de herramientas. El cerebro sonámbulo tiene esas herramientas y sólo esas a su disposición. No puede crear otras nuevas del aire. Pero sí puede, como veremos, utilizar estas herramientas en combinaciones poco corrientes o llevar su durabilidad más allá de los límites humanos.
A. Vista
Los ojos del zombi no son distintos de los del humano normal. Mientras que siguen siendo capaces (dada su velocidad de descomposición) de transmitir señales visuales al cerebro, el cómo interpreta el cerebro estas señales es otro asunto. Los estudios no son concluyentes en cuanto a las habilidades visuales de los zombis.
Pueden ubicar presas a distancias comparables a las de los humanos, pero si pueden diferenciar entre un
humano y uno de su propia especie es algo todavía a debatir. Una teoría sugiere que los movimientos hechos por humanos que son más rápidos y suaves que lo de los nomuertos es lo que causa que destaquen al ojo del zombi. Se han llevado a cabo experimentos en los cuales humanos han intentado confundir a los monstruos cercanos mediante la imitación de sus movimientos y la adopción de un arrastrar de pies cojeante y torpe.
Hasta la fecha ninguno de estos intentos ha tenido éxito. Se ha sugerido que los zombis poseen visión
nocturna, un hecho que explicaría su destreza en la caza nocturna. Esta teoría ha sido puesta en evidencia por el hecho de que todos los zombis son expertos comedores nocturnos, incluso aquellos sin ojos.
B. Oído No haya duda de que los zombis tienen un excelente oído. No sólo pueden detectar un sonido, sino que
además pueden determinar su dirección. El rango básico de detección parece ser el mismo que el de los
humanos. Los experimentos con frecuencias extremadamente altas y bajas han dado resultados negativos. Las pruebas también han demostrado que los zombis son atraídos por cualquier sonido, no sólo por aquellos
hechos por criaturas vivas. Se ha demostrado que los monstruos advierten sonidos ignorados por los humanos vivos. La más probable, aunque no demostrada, explicación, es que los zombis dependen de todos sus sentidos por igual. Los humanos están orientados hacia la visión desde el nacimiento, dependiendo de otros sentidos solamente si el primario se pierde. Quizás ésta no sea una desventaja compartida por los muertos vivientes. De ser así, explicaría su habilidad para cazar, luchar y alimentarse en la más total oscuridad.
C. Olfato
A diferencia del oído, los zombis tienen un sentido del olfato más agudo. En ambas situaciones, de combate y
pruebas de laboratorio, han sido capaces de distinguir el olor de una presa viva entre todos los demás. No se conoce que secreción en particular señala la presencia de la presa: sudor, feromonas, sangre, etc. En el pasado, gente buscando moverse de manera desapercibida a través de zonas infectadas han intentado
“enmascarar” su aroma humano con perfumes, desodorantes y otros productos químicos de olor fuerte.
Ninguno tuvo éxito. Se están haciendo ahora experimentos para sintetizar los olores de las criaturas vivas
comos señuelo o incluso como repelente de los muertos vivientes. Aún estamos a años de lograr un producto correcto.
D. Gusto
Poco se sabe acerca de las alteradas papilas gustativas de los muertos vivientes. Los zombis tienen la habilidad para distinguir entre la carne humana y la animal y prefieren la primera. Los monstruos también tienen la habilidad para rechazar la carroña en favor de la carne recién muerta. Un cuerpo humano que lleve muerto mas que entre 12 y 18 horas será rechazada como alimento. Lo mismo reza para cadáveres que han sido embalsamados o preservados de cualquier otra forma. Si esto tiene algo que ver con el “sabor” es algo de lo que aún no se tiene certeza. Puede tener que ver con el olor, o con otro sentido que aún no se ha descubierto. El por qué exactamente la carne humana es preferida, es algo a lo que la ciencia todavía tiene que encontrar una respuesta para esta anonadante, frustrante y terrorífica cuestión.
E. Tacto
Los zombis no tienen, literalmente, sensaciones físicas. Todos los receptores nerviosos permanecen muertos tras la reanimación. Ésta es ciertamente su mayor y más terrorífica ventaja sobre los vivos. Nosotros, como
humanos, tenemos la habilidad de experimentar dolor físico como señal de daño corporal. Nuestro cerebro
clasifica tales sensaciones, las empareja con las experiencias que las provocaron y archiva la información como advertencia contra daños futuros. Es un don de la fisiología y del instinto que nos ha permitido sobrevivir como especie.
Es por lo que valoramos virtudes tales como el coraje, que inspiran a las personas a llevar a cabo acciones a pesar de las señales de peligro. La incapacidad para reconocer y evitar el dolor es lo que hace a los muertos vivientes tan imponentes. Las heridas no serán notadas y por ello, no detendrán un ataque. Incluso si el cuerpo de un zombi está gravemente dañado, continuará atacando hasta que no quede nada.
F. Sexto Sentido
La investigación histórica, junto con las observaciones de campo y de laboratorio, han mostrado que los
muertos vivientes han llevado a cabo ataques incluso con todos sus órganos sensoriales dañados o
completamente descompuestos. ¿Quiere esto decir que los zombis poseen un sexto sentido? Quizás. Los
humanos vivos utilizan menos del 5% de su capacidad cerebral. Es posible que el virus pueda estimular otra
habilidad sensorial que haya sido olvidada por la evolución. Esta teoría es una de las más apasionadamente
debatidas en la guerra contra los nomuertos. Hasta la fecha, no se ha encontrado evidencia científica que
sustente a ninguno de los dos bandos.
G. Curación
A pesar de las leyendas y las tradiciones antiguas, la fisiología de los nomuertos ha demostrado que no poseen
capacidades de regeneración. Las células dañadas continúan dañadas. Cualquier herida, no importa su tamaño
o naturaleza, permanecerá igual durante la duración del cuerpo reanimado. Se han intentado una amplia
variedad de tratamientos médicos para estimular el proceso de sanación en monstruos capturados. Ninguno
alcanzó logro alguno. Esta incapacidad para auto repararse, algo que como seres vivos damos por sentado, es
una grave desventaja para los nomuertos. Por ejemplo, cada vez que hacemos un ejercicio físico, dañamos
nuestros músculos. Con el tiempo, estos músculos se reconstruyen a una condición más fuerte que la anterior.
La masa muscular de un monstruo permanecerá dañada, reduciendo su efectividad cada vez que se usa.
H. Descomposición.
La duración media de la “vida” de un zombi -cuanto tiempo es capaz de funcionar antes de que se pudra
completamente- se estima que está entre los 3 y los 5 años. Aunque esto suena quimérico -un cadáver humano
capaz de evitar los efectos de la putrefacción- su causa está enraizada en la biología básica. Cuando un cuerpo
humano muere, su carne es atacada inmediatamente por billones de microorganismos. Dichos microorganismos
siempre estuvieron presentes, en el entorno y dentro mismo del cuerpo. En vida, el sistema inmunológico se
mantuvo como una barrera entre estos microorganismos y su objetivo. En la muerte, esta barrera es derribada.
Estos microorganismos se multiplican exponencialmente mientras proceden a alimentarse y por ello, destruyen
el cuerpo a nivel celular. El olor y la decoloración asociados con cualquier carne en descomposición son los
procesos biológicos de la acción de estos microbios. Cuando pides una carne “añeja”, estas pidiendo una pieza
de carne que ha empezado a pudrirse, su anteriormente firme carne reblandecida por microorganismos que
destruyen sus firmes fibras. En un corto período de tiempo, esa carne, al igual que un cadáver humano, se
disolverá hasta no quedar nada, dejando atrás el material demasiado duro o sin nutrientes para ningún
microbio, tales como huesos, dientes, uñas y pelo. Éste es el ciclo normal de la vida, el modo en que la
naturaleza devuelve los nutrientes a la cadena alimenticia. Para detener este proceso y preservar el tejido
muerto, se necesita colocarlo en un entorno inadecuado para las bacterias, tales como temperaturas
extremadamente altas o bajas, en productos químicos tóxicos como el formaldehído, o, en este caso, saturarlo
con Solanum.
Casi todas las especies de microbios envueltas en la descomposición humana corriente han rechazado
repetidamente la carne infectada con el virus, embalsamando de manera efectiva al zombi. Si éste no fuera el
caso, combatir a los muertos vivientes sería tan fácil como evitarles durante varias semanas o incluso días
hasta que se pudrieran hasta los huesos. La investigación todavía tiene que hallar las causas exactas de esta
condición. Se ha determinado que al menos algunas especies de microbios ignoran los efectos repelentes del
Solanum -de otro modo los nomuertos permanecerían perfectamente preservados para siempre. También se ha
determinado que la humedad y la temperatura también juegan un importante papel. Es improbable que los
nomuertos que frecuentan los pantanos de Luisiana durante tanto como los que están en el frío y seco desierto
del Gobi. Las situaciones extremas, tales como la congelación profunda o la inmersión en líquido preservativo,
podrían, hipotéticamente, permitir la existencia de un espécimen nomuerto durar indefinidamente. Es sabido
que estas técnicas han permitido a los zombis funcionar durante décadas, si no centurias (ver “Ataques
Registrados”). La descomposición no quiere decir que un muerto viviente simplemente desaparezca. La
putrefacción puede afectar a varias partes del cuerpo en diferentes momentos. Se han encontrado especimenes
con el cerebro intacto y el cuerpo casi desintegrado. Otros con el cerebro parcialmente putrefacto, pueden
controlar algunas funciones corporales y tener completamente paralizadas otras. Una popular teoría ha
circulado recientemente que trata de explicar las antiguas momias egipcias como uno de los primeros ejemplos
de zombis embalsamados. Las técnicas de preservación le permitirían funcionar durante varios miles de años
tras ser sepultados. Cualquiera con un rudimentario conocimiento del antiguo Egipto encontrará esta historia
risiblemente incierta: ¡El paso más importante y complicado en la preparación de un faraón para su entierro era
la extracción del cerebro!
I. Digestión
Evidencias recientes han desechado de una vez y para siempre que la carne humana sea el combustible de los
nomuertos. El tracto digestivo de un zombi está completamente inactivo. El complejo sistema que procesa el
alimento, extrae los nutrientes y excreta los desperdicios no es un factor en la fisiología del zombi. Las
autopsias llevadas a cabo en nomuertos neutralizados han demostrado que su “alimento” permanece en su
estado original, indigesto en todos los tramos del tracto. Esta materia parcialmente masticada y lentamente
descompuesta seguirá acumulándose, según el zombi devora más víctimas, hasta que es forzada a través del
ano o literalmente, revienta a través del estómago o del recubrimiento intestinal. Aunque este ejemplo más
dramático es poco común, cientos de informes de testigos han confirmado que los zombis tienen la barriga
distendida. ¡Se encontraron 95 kilos y medio de carne fresca en el sistema de un espécimen capturado y
diseccionado! Incluso relatos excepcionales han confirmado que los zombis continúan alimentándose mucho
tiempo después de que su tracto digestivo haya reventado.
J. Respiración
Los pulmones de los zombis continúan funcionando de modo que absorben aire y los expulsan del cuerpo. Este
funcionamiento es el responsable del característico gemido del zombi. Sin embargo, lo que los pulmones y la
química del cuerpo no logran llevar a cabo, es la extracción del oxígeno y la eliminación de dióxido de carbono.
Dado que el Solanum obvia la necesidad de ambas funciones, el sistema respiratorio humano entero queda
obsoleto en el cuerpo de un monstruo. Esto explica como los muertos vivientes pueden “andar bajo el agua” o
sobrevivir en entornos letales para los humanos. Sus cerebros, como se apuntó antes, no dependen del
oxígeno.
K. Circulación
Sería impreciso decir que los zombis no tienen corazón. No sería impreciso, sin embargo, decir que no le
encuentran ninguna utilidad. El sistema circulatorio de los nomuertos es poco más que una red de tubos inútiles
rellenos de sangre congelada. Lo mismo se aplica al sistema linfático al igual que a otros fluidos corporales.
Aunque esta mutación podría parecer que da a los nomuertos otra ventaja más sobre la humanidad, realmente
se ha comprobado que es un don del cielo. La carencia de masa fluida previene la transmisión fácil del virus. De
no ser así, el combate mano a mano sería casi imposible, ya que el defensor humano casi con certeza acabará
salpicado de sangre y/o otros fluidos.
L. Reproducción
Los zombis son criatura estériles. Sus órganos sexuales están necrosados y son impotentes. Se han realizado
intentos de fertilizar óvulos de zombi con esperma humano y viceversa. Ninguno ha tenido éxito. Los nomuertos
tampoco muestran deseo sexual, ni por su propia especie ni por los vivos. Hasta que la investigación demuestre
lo contrario, el mayor temor de los humanos -muertos reproduciendo muertos- es una reconfortante
imposibilidad.
M. Fortaleza
Los monstruos poseen la misma fuerza bruta que los humanos. Qué fuerza puede ser ejercitada depende
mayormente de cada zombi individual. La masa muscular que una persona posea en vida será toda la que
tenga una vez muerto. A diferencia de un cuerpo vivo, no se conoce que las glándulas adrenales funcionen en
los muertos, denegando a los zombis la temporal explosión de potencia que los humanos disfrutamos. La única
ventaja que poseen los muertos vivientes es un sorprendente aguante. Imagina un entrenamiento, o cualquier
otra actividad física. Las probabilidades son que el dolor y el agotamiento determinen tus límites. Estos factores
no se aplican a los muertos. Continuarán una acción, con la misma energía dinámica, hasta que los músculos
que la sustentan literalmente se desintegren. Mientras esto lleva a monstruos progresivamente más débiles,
permite un primer ataque todopoderoso. Muchas barricadas que habrían agotado a tres o incluso cuatro seres
humanos en buena forma física han caído ante la determinación de un único zombi determinado.
N. Velocidad
Los muertos “andantes” tienden a moverse perezosamente o cojeando. Incluso sin heridas ni en avanzada
descomposición, su carencia de coordinación les dictamina un paso indeciso. La velocidad está determinada
principalmente por la longitud de las piernas. Los monstruos más altos tienen una zancada más larga que sus
contrapartes más bajos. Los zombis parecen incapaces de correr. Los más rápidos que se han observado, se
mueven a una velocidad de apenas un paso cada 1.5 segundos. De nuevo, como con la fuerza, la ventaja de
los muertos sobre los vivos es su carencia de fatiga. Humanos que creían que aventajaban a sus perseguidores
nomuertos, harían bien en recordar el cuento de la tortuga y la liebre, añadiendo, por supuesto, que en este
caso la liebre tiene muchas probabilidades de ser comida viva.
O. Agilidad
El humano vivo medio posee un nivel de destreza un 90 por ciento mayor que el del monstruo más fuerte. En
parte se debe a la rigidez del tejido muscular necrosado (de aquí su torpe andar). El resto es debido a sus
primitivas funciones cerebrales. Los zombies tienen poca coordinación óculo-manual, una de sus mayores
debilidades. Nadie ha observado a un zombi saltar, ni desde un lugar a otro ni simplemente arriba y abajo. El
equilibrio sobre una superficie estrecha está similarmente más allá de sus habilidades. La natación también es
una destreza reservada a los vivos. Se ha propuesto la teoría de que, si un cadáver nomuerto se inflara lo
suficiente como para elevarse hasta la superficie, representaría un peligro flotante. Esto es inusual, no obstante,
ya que la lenta velocidad de descomposición no permite la acumulación de subproductos gaseosos. Los zombis
que se internan o caen en cuerpos de agua se encontrarán, probablemente, vagando por el fondo hasta que
eventualmente se disuelvan. Pueden ser acertados trepadores, pero sólo en ciertas circunstancias. Si un zombi
detecta una presa por encima de él, por ejemplo, en el segundo piso de una casa, siempre intentará subir. Los
zombis intentarán escalar cualquier superficie sin importarle cuan impracticable o imposible sea. En todas salvo
las situaciones más fáciles, estos intentos se han encontrado con el fracaso. Incluso en el caso de escaleras,
cuando se requiere una sencilla coordinación mano a mano, solamente uno de cada cuatro zombis lo logrará.
2. Patrones de Comportamiento
A. Inteligencia
Ha sido probado, una y otra vez, que nuestra mayor ventaja sobre los nomuertos es nuestra habilidad para
pensar. La capacidad mental del zombie promedio está en algún punto próxima a la de un insecto. En ninguna
ocasión han mostrado capacidad de usar la lógica o de razonar. El intentar realizar una tarea, fallar, y así por
tanteo y error descubrir una nueva manera de solucionar el problema, es una característica común a casi todo
el reino animal, pero que parece perdida entre los nomuertos. Los Zombies han fallado repetidas veces pruebas
de laboratorio de inteligencia establecidas para roedores. Un caso real mostró a un humano de pie al final de un
puente derrumbado con varias docenas de zombies al otro extremo. Uno por uno, los nomuertos se
desplomaron por el borde del puente roto en un fútil intento de alcanzar al humano. En ningún momento alguno
de ellos se dio cuenta de lo que pasaba e intento cambiar sus tácticas en ningún modo. Contrariamente a lo
relatado en los mitos y las especulaciones, jamás se ha visto a los zombies usar herramientas de ningún tipo.
Incluso coger una piedra para usarla como arma esta mas allá de su comprensión. Esta simple tarea podría
probar el proceso básico de pensamiento involucrado en darse cuenta de que la roca es un arma más eficiente
que la mano desnuda. Irónicamente, la era de la inteligencia artificial nos ha permitido identificarnos mas
fácilmente con la mente del zombie de lo que pudieran hacer nuestros ancestros. Con raras excepciones,
incluso las mas avanzadas computadoras son incapaces de pensar por si mismas. Hacen lo que están
programadas para hacer, nada más. Imaginen una computadora programada para realizar una sola función.
Esta función no puede ser detenida, pausada, modificada o borrada. No se pueden almacenar nuevos datos. No
se pueden instalar nuevas órdenes. Esta computadora realizara la misma función una vez y otra y otra, hasta
que su fuente de energía se agote. Esto es el cerebro zombie. Una machina monotarea, guiada por instintos
que esta incapacitada para alterarse, y que solo puede ser destruida.
B. Emociones
Los sentimientos de cualquier tipo son desconocidos en los muertos vivientes. Cualquier tipo de guerra
psicológica, desde intentos de enfurecerlos, a los de provocarles lastima o piedad han terminado en desastres.
Alegría, tristeza, confianza, ansiedad, amor, odio, miedo; todos estos sentimientos y miles mas que son los que
configuran el “corazón” humano son tan inútiles para los no muertos como el órgano del mismo nombre. ¿Quien
sabe si es esto la mayor debilidad o la mayor fuerza de la humanidad? El debate continuara, y probablemente
para siempre.
C. Recuerdos
Un concepto moderno es el de que el zombie retiene conocimientos de su anterior vida. Hemos oído historias
de los muertos retornando a sus lugares de residencia o de trabajo, usando objetos y maquinas familiares o
incluso mostrando actos de piedad a sus seres queridos. En realidad, no existe ni una pizca de pruebas que
puedan apoyar algo tan deseable como esto.´
Los Zombies posiblemente no pueden guardar recuerdos de sus vidas pasadas, ni en su mente subconsciente
o consciente ¡porque ninguna de ellas existe! Un necrófago no puede ser distraído por la mascota de la familia,
por parientes vivos, el entorno familiar, etc. No importa que persona fuera en su anterior vida, esa persona se
ha ido, reemplazada por un autómata sin mente que no tiene otro objetivo que alimentarse. Esto plantea la
pregunta ¿porque los zombies prefieren las áreas urbanas al entorno rural? Primero, los nomuertos no prefieren
las ciudades, sino que simplemente permanecen donde fueron reanimados. Segundo, la principal razón por la
que los zombies tienden a estar en las ciudades en lugar de desperdigarse por el campo es porque una zona
urbana contiene la mayor concentración de presas.
D. Necesidades Físicas
Aparte del hambre (discutida mas adelante) los muertos no han mostrado ninguna de las necesidades o
anhelos físicos de la vida mortal. Los zombies nunca han sido observados descansando o durmiendo en
ninguna circunstancia. No reaccionan al frío o al calor extremo. En climas duros, nunca buscan refugios. Incluso
algo tan sencillo como la sed, es desconocido para los nomuertos. Desafiando todas las leyes científicas, el
Solanum ha creado lo que puede ser descrito como un organismo completamente autosuficiente.
E. Comunicación
Los zombies no tienen habilidades para el lenguaje. Aunque sus cuerdas vocales deberían ser capaces de
hablar, su cerebro no lo es. Su única capacidad vocal parece ser un profundo gemido. Este gemido es lanzado
cuando los zombies identifican a su presa. El sonido se mantendrá bajo y estable hasta que el contacto físico se
realice. Entonces aumentara su volumen y tono cuando el zombie comience su ataque. Este horripilante
gemido, típicamente asociado a los muertos vivientes, sirve como grito de reagrupamiento para otros zombies, y
como recientemente se ha descubierto, como potente arma psicológica.
F. Dinámica Social
Desde siempre han proliferado teorías que los nomuertos funcionan como una fuerza colectiva, desde un
ejercito controlado por Satanás a un enjambre insecto controlado por feromonas, hasta la noción mas reciente
de que llegan a consensos de grupo por telepatía. La verdad es que los zombies no tienen una organización
social de la que poder hablar. No hay una jerarquía, ni cadena de mando, ningún tipo de colectivización. Una
horda de nomuertos, sin importar su tamaño, sin importar su apariencia, es simplemente una masa de
individuos. Si varios centenares de necrófagos convergen en la localización de una victima es porque cada uno
ha sido conducido allí por su propio instinto. Los zombies parecen no darse cuenta de la presencia de sus
iguales. Nunca se ha observado que uno de ellos reaccione a ningún nivel al ver a otro. Esto nos lleva de nuevo
a la cuestión del sentido: ¿Como distingue un zombie entre uno de ellos de un humano, o otra presa a la misma
distancia? La respuesta todavía tiene que ser encontrada. Los zombies toleran la presencia de sus iguales de la
misma manera que si fueran objetos inanimados. Cuando chocan uno con otro no hacen ningún intento de
comunicarse. Los Zombies que se están alimentando con el mismo cuerpo, darán tirones de la carne en
cuestión antes de apartar a un competidor. Lo único que sugiere esfuerzos de grupo es lo visto en importantes
ataques en enjambre. El gemido de un necrófago avisara a todos los que estén dentro del alcance sonoro. Una
vez oyen el aullido, los otros muertos vivientes convergerán en su dirección. Un estudio inicial sostenía que esto
era un acto consciente, que de alguna manera, los zombies “exploradores” avisaban a sus congéneres cuando
encontraban una presa. Sin embargo, hoy sabemos que esto ocurre puramente por accidente, el ghoul que
descubre una presa lo hace por instinto, no como forma de alerta.
G. Cacería
Los zombies son organismos migratorios, sin ambiciones por mantener territorios o el concepto de “hogar”.
Viajaran millas, y quizás, dándoles tiempo continentes enteros en su búsqueda de alimento. Su patrón de caza
es aleatorio. Los ghoules se alimentan de día y de noche. Pasaran a trabes de un área más que registrarla
deliberadamente. Ciertas zonas o estructuras no parecen indicarles que son mas propicias para encontrar
presas dentro de ellas. Por ejemplo, se sabe de algunos que han descubierto granjas o edificios rurales,
mientras otros en el mismo grupo se han ido en otra dirección sin mirar siquiera.
Las zonas urbanas les toman mas tiempo para ser exploradas, por esta razón suelen permanecer más tiempo
en áreas así, sin que un edificio tenga preferencia sobre otros. Los zombies parecen ser totalmente ajenos a su
entorno. Por ejemplo, no mueven sus ojos en otras direcciones que puedan mostrarle nuevos objetivos. Se
arrastraran tranquilamente durante miles de millas, deambulando sin un rumbo fijo, hasta que detecten una
presa. Como se ha discutido antes, los no muertos poseen una habilidad asombrosa para dar en el clavo con la
localización exacta de sus victimas. Una vez se ha tomado contacto, el anteriormente silencioso, inconsciente
autómata, se transformara en algo muy parecido a un misil guiado. La cabeza se vuelve inmediatamente en
dirección a su objetivo. La mandíbula cae, los labios se retraen, y, de las profundidades de su diafragma, llega
el aullido. Continuara persiguiendo a su presa, parando solo si pierde el contacto, logra matarla, o es destruido.
H. Motivación
¿Porque tienen los no muertos a los vivos por presas? Si ya ha sido probado que la carne humana no tiene
para ellos ninguna utilidad nutricional, ¿porque su instinto les guía a matar? La verdad nos evita. La moderna
ciencia, combinada con los datos históricos, ha demostrado que los seres humanos no son la única delicia del
menú no muerto. Los equipos de rescate que han entrado en una zona infestada han informado de manera
contundente de que los no muertos habían acabado con todo signo de vida. Todas las criaturas, sin importar su
tamaño o especie pueden ser consumidas por los zombies atacantes. La carne humana, no obstante, será
siempre preferible para ellos a cualquier otra… Un experimento consistió en ofrecer a un zombie dos cubos
idénticos, uno con carne humana y el otro con carne animal. El zombie eligió repetidamente el cubo de carne
humana. LAs razones para esto nos son desconocidas. Lo que si puede ser confirmado, mas allá de toda
sombra de duda, es que el instinto inducido por el Solanum conduce al no muerto a matar y devorar toda
criatura viviente que descubren. En esto no hay ningún tipo de excepción.
I. Matando a los muertos
Mientras que destruir a un zombie puede ser simple, esta lejos de ser algo fácil. Como ya hemos visto, los
zombies no necesitan ninguna de las funciones fisiológicas que los humanos necesitan para sobrevivir. La
destrucción o los daños graves, del sistema circulatorio, digestivo o respiratorio no afectaran lo mas mínimo a
un miembro de los muertos vivientes, ya que estas funciones ya no tienen nada que ver con el “cerebro”.
Simplemente, hay miles de formas de matar a un humano, y solo una de matar a un zombie. El cerebro debe
ser eliminado, por todos los medios posibles.
J. Ocuparse de los desechos.
Los estudios han mostrado que el solanum puede seguir habitando el cuerpo de un zombie destruido durante
casi 48 horas. Ejercite un cuidado extremo cuando este eliminando los cadáveres no muertos. La cabeza en
particular posee el riesgo mas serio, dada su alta concentración del virus. Nunca maneje los restos de un
zombie sin ropa de protección adecuada. Trátelo como a cualquier residuo toxico, altamente letal.
Fuente 1
Fuente 2