Un nuevo estudio reveló características hasta ahora desconocidas del planeta, tales como la velocidad del viento y su temperatura, la cual es tan baja que puede congelar el metano.
Un equipo internacional de científicos ha realizado un estudio sobre Urano que revela
que el viento en el planeta puede alcanzar rachas superiores a los 900 kilómetros por hora. Según los expertos, se trata de un dato "sorprendente" ya que, cuando
la sonda Voyager pasó junto a Urano, en 1986, mostró un paisaje con pocas novedades, lo que provocó que los astrónomos bautizaran al planeta como "
el agujero negro del Sitema Solar".
El nuevo trabajo, presentado en el encuentro de la
Sociedad Astronómica Americana, se ha realizado gracias a nuevas imágenes obtenidas gracias a una nueva técnica en el Observatorio de Keck (Hawaii), que han desvelado un clima "extraño" en Urano.
Concretamente, las imágenes revelan que
el planeta tiene una gruesa atmósfera de hidrógeno, helio y metano y que allí los vientos soplan principalmente de este a oeste a velocidades que alcanzan los 900 kilómetros por hora, a pesar de las pequeñas cantidades de energía disponibles para conducirlos, según han indicado los científicos.
Además, los investigadores han señalado que la atmósfera es casi igual a la de Neptuno y que
sus temperaturas alcanzan el frío suficiente como para congelar el metano, alrededor de los -180ºC.Una de las autoras del trabajo, Heidi Hammel, ha explicado que "estas imágenes revelan una asombrosa cantidad de complejidad en la atmósfera de Urano". "Se sabía que el planeta estaba activo, pero hasta ahora la mayor parte de la actividad fue enmascarada por 'ruido' en los datos", ha apuntado.
Por su parte, el científico Larry Sromovsky, ha explicado que
los grandes sistemas meteorológicos de Urano se comportan de forma diferente a los ahora detectados. Según ha indicado, la banda de nubes en forma de onda cerca del ecuador del planeta puede indicar inestabilidad atmosférica. "Esto es nuevo y no se acaba de entender lo que significa porque no se ha visto en ningún otro lugar", ha confesado el investigador.
"Algunos de estos sistemas meteorológicos permanecen fijos en ciertas latitudes, pero experimentan grandes variaciones en su actividad; mientras otros experimenta grandes cambios en el tamaño y forma", ha añadido.
Ahora, el equipo comenzará a trabajar en el estudio del séptimo planeta del Sistema Solar y advierten que Urano "está cambiando". "No se espera que las cosas permanezcan tal y como están ahora", ha señalado Sromovsky.
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