Exploradores espaciales y militares estadounidenses revelan que el gobierno de su país no sólo sabe que existen los ovnis. También se habría aprovechado de la
tecnología extraterrestre.
Edgar Dean Mitchell no es un astronauta cualquiera. Como parte del proyecto Apolo, participó en la misión Apolo 14, siendo el sexto hombre en pisar la Luna. Tras retirarse de la Nasa en 1972, en 2008 aseguró en una entrevista que la NASA tuvo varios contactos con extraterrestres reales, los que supuestamente seguían el patrón arquetípico de ser “pequeños y con ojos y cabeza grandes”. “Nuestra tecnología ni siquiera se acerca a la suya, aunque no son hostiles. En caso de haberlo sido, nosotros ya habríamos desaparecido. Estos hechos han sido ocultados por nuestros gobiernos durante décadas, pero poco a poco esa información se ha ido filtrando”.
John Glenn es otro astronauta que también ha sorprendido por sus declaraciones. Tras ser el tercer estadounidense en volar al espacio, y el primero en orbitar sobre la tierra, dimitió de la NASA seis semanas después del asesinato del presidente John F. Kennedy, amigo personal suyo.
Edgar Dean Mitchell integrante de la misión
Apolo 14 y sexto hombre en pisar la
Luna es una de las personas que ha reconocido
contactos con Ovnis.
El 28 de octubre de 1998, sin embargo, volvió al espacio y realizó su segundo vuelo espacial a bordo del transbordador espacial Discovery para estudiar los efectos del vuelo espacial en los ancianos. Cuatro años más tarde, durante un show televisado, dijo que “en aquellos gloriosos días… algunos nos preguntaban: ¿estaban solos allí arriba? Nunca hemos contestado la verdad, y sin embargo hemos visto muchas cosas allí, cosas muy extrañas. Y realmente no podíamos decir nada. Nuestros superiores temían mucho esto, temían algo parecido a la guerra de los mundos, y del pánico general en las calles. Por consiguiente, debíamos callarnos”.
Militares también admiten la existencia de alienígenas.
No sólo los astronautas han decidido revelar estos secretos, sino que también varios ex militares han apoyado estos testimonios. El sargento Robert Dean, quien desarrolló gran parte de su carrera en la inteligencia militar en la OTAN, afirmó haber visto información clasificada en la cual se describían cuatro tipos diferentes de razas extraterrestres. “Los altos mandos dentro de la OTAN estaban muy preocupados porque algunos de los extraterrestres eran prácticamente iguales a nosotros, indistinguibles, y varios generales se volvieron algo paranoicos con la posibilidad de que algunos de los extraterrestres pudiesen caminar por los pasillos de la OTAN y el Pentágono, o incluso la Casa Blanca”, dijo.
El famoso Roswell.El Coronel Philip Corso, quien estuvo destinado en el Departamento de Investigación y Desarrollo de la Armada Americana, afirmó haber visto el cuerpo de un extraterrestre proveniente del famoso accidente de un ovni en Roswell, Nuevo México, en 1947. En su conocido libro “The Day After Roswell” (“El día después de Roswell”), Corso cuenta cómo lideró un programa clandestino para reinvertir tecnología extraterrestre rescatada accidente en Roswell.
Así, se habrían desarrollado exitosamente múltiples proyectos para reinvertir esta tecnología e insertarla en empresas civiles americanas (IBM, Hughes Aircraft, Bell Labs y Dow Corning), patentándola como si éstas hubiesen sido las que desarrollaron los nuevos inventos. “El rápido desarrollo de la tecnología en los años 50, como la fibra óptica, los chips con circuitos integrados, equipamiento de visión nocturna, fibras super resistentes como el Kevlar, fueron el resultado de estos proyectos clandestinos sobre los ovnis”, admitió.
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