Multaron a una mujer por alimentar a niños pobres.

Angela Prattis, de la ciudad Chester Township (Filadelfia), repartió comida a los niños pobres de su localidad durante meses. Pero, lejos de recompensarla o –al menos- felicitarla por ello, recibirá una multa de 600 dólares por cada día que haya hecho beneficencia.


Prattis repartía la comida en el garaje de su casa, donde acudían sesenta niños a la semana.


Todo marchaba bien, hasta que la alcaldía se enteró de su actividad.
Según las autoridades, la solidaria mujer violó las leyes de la
localidad, ya que debería haber pedido un permiso para poder repartir la
comida o bien pagar una multa de 600 dólares diarios.


Ahora se le exige un total de 50.000 dólares por los tres meses que ejerció su labor.


Las autoridades le exigían el pago de la multa de forma inmediata, pero
al ver la reacción que tuvo en los medios de comunicación decidieron
extender el plazo.


Prattis declaró a los medios locales que no tiene intención de dejar de
ayudar a los niños pobres, pese a los problemas que le están dando las
autoridades locales.




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